307 Juan Pablo II el Grande.
La
vida, el testimonio y el mensaje de Juan Pablo II fue un acontecimiento histórico de primera
magnitud. Todos nos hemos sobrecogido en
muchos momentos de su pontificado y siempre
hemos valorado muy positivamente su respuesta de: entrega, sacrificio, cariño y
amor. Muchos millones de personas entendieron y siguen entendiendo su mensaje; un mensaje
transparente y claro, un mensaje transmitido con firmeza pero siempre lleno de
esperanza. Todo ha sido excepcional; Juan Pablo II atrajo y sigue atrayendo
hacia él multitudes enteras. El mundo se conmovió y se sigue conmoviendo aun
hoy; nadie ha quedado indiferente. El
liderazgo humano y religioso del Papa
fue indiscutible. Vivió como un santo y murió como un santo. Vivió entregado a Jesús:
su Dios y Señor, y a los demás; y murió exprimido dando todo lo que tenía
dentro de sí; yo diría que dio hasta lo que no tenia, pero creía tener. El
último recuerdo vivo que tenemos de él es del Domingo de Ramos, asomado a su
ventana con la rama de olivo en la mano, no podía hablar pero su corazón lo
tenía encendido en amor hacia la gente, no podía hablar pero de sus entrañas
brotaba la Palabra Viva de una vida entregada totalmente al servicio del ser
humano, no podía hablar pero: transmitía
esperanza, transmitía paz,
trasmitía ilusión. Muchos millones de personas han visto en Juan Pablo
II a un personaje grandioso. Ya se le llama Juan Pablo II el Grande. El dato
queda para la historia, pero ha sido un hecho irrepetible. Juan Pablo II cambio
con la fuerza de su gran amor el curso de la historia. Lo acontecido desde el
sábado 2 de abril hasta el viernes 8 de abril, de 2005, días: desde la muerte
hasta su entierro, pasara indiscutiblemente a los anales de la historia, tanto
humanamente como espiritualmente. La humanidad se conmovió, la humanidad vivió
en esos días volcada ante un solo hecho: la muerte de un gran Papa; la muerte
de un hombre: grandioso, excepcional; la muerte de un Santo. Todos nos conmovimos
realmente ante la muerte de este Papa y Gran Santo; de este personaje
amablemente singular; de este ser humano que creía en el ser humano, en todo
ser humano; de este ser viviente que creía absolutamente en la vida: vida
humana y divina; de esta criatura que creía en su Creador; de este Papa que: derribo
muros, elimino incomprensiones, desterró leyendas totalitarias y construyo
parajes para albergar los fundamentos de una nueva historia. Pronto será
llamado: San Juan Pablo II, un Santo al que, muchos millones de personas de
todo el mundo y de todas las razas rezaremos con entusiasmo y alegría. El día
27 de abril, domingo, en el Vaticano tendrá lugar su canonización, coincidiendo
con el domingo de la Divina Misericordia, fiesta que el instituyó y que después
coincidiría con el día de su muerte y ahora con el día de su canonización. San
Juan Pablo II ruega por nosotros
Publicada en “Cartas al
Director, Tu voz en la red” Digital 18
de febrero de 2014
Publicada en
DIARIO DE AVILA Digital 23 de
febrero de 2014
Publicada en Diario
JAÉN 3
de marzo de 2014
Publicada
en Diario Ideal de Granada (Papel) 16 de junio de 2014