55 Día 28
– F. Andalucía: tristeza y alegría
Pienso que este año faltan motivos para celebrar
el día de Andalucía:
Los ERES, con todo su carga negativa y con su
presunta implicación de políticos y sindicalistas que se han repartido, parece
ser, el botín sin importarles cuál era el destinatario para el que estaba
asignado. Muchos millones a repartir entre bribones y maleantes.
Por otro lado el paro, que sigue asolando la
realidad andaluza de una manera: muy especial y muy dramática; y cuando no es
el paro son los puestos de trabajo basura: sin estabilidad; sin un sueldo
adecuado; sin posibilidades, de nada y para nada, para el que lo realiza.
Otra realidad: Ya hasta la izquierda española se
ha dado cuenta de que el capitalismo imperante es el mejor medio para adquirir
fortuna y han dejado el emblemático y revolucionario sistema marxista para
acogerse a la lectura de la historia de los sistemas capitalistas; y allí a ese
hábitat, hambrientos del dinero fácil, han ido todos buscando el tesoro que les
negaba su antiguo ideario.
El aborto, otro debate abierto, en él, como
principio se niega el valor de la vida
humana; pues las mujeres dicen que su cuerpo es suyo y que ellas son las que
deciden; quizás no se han dado cuenta de que Dios les ha dado la más grande de
las dignidades, otorgándoles el poder creativo y genuino de dar la vida, poder
que con su forma de proceder están despreciando. El dilema es si Dios tenía que
haber dado ese poder maravilloso a personas despreciables y sin entrañas; a
personas que agonizan en el placer y viven continuamente en la inmundicia de
cloacas putrefactas. No siempre será así, pero en muchos casos es la lectura que se puede hacer de algunos
muchos que están obsesionados por abanderar, al precio que sea, el que ellos
llaman: “progresismo abortista y derecho inalienable de la mujer”.
En estos días también, los quince muertos de
Ceuta, llenan de luto nuestras fronteras. Emigrantes, personas que viven sin
nada y buscan un lugar en el que puedan salir de su precaria situación; es
lamentable este suceso que pone en evidencia de nuevo la poca sensibilidad que tenemos, unos y otros, ante
los problemas reales y acuciantes de este mundo nuestro.
La educación en Andalucía y en el resto de España
es otro tema preocupante, el fracaso escolar es evidente y no se ponen los
medios para resolver este triste problema; pasan los años y el problema
continua y los que tienen que resolver enfrentados en una situación caótica y sin poner los medios
para mejorarla; y en este enclave se pierden muchos jóvenes que no llegan
siquiera a terminar la ESO y que son víctimas de las irregularidades de un
sistema educativo que necesita evidentemente retoques, grandes retoques acordes
a la magnitud del problema.
Los jóvenes también forman parte de este panorama
de de desilusión y desaliento; ya cuando terminan sus estudios buscan otros
lugares, en muchos casos lejanos, para encontrar una solución laboral estable
que responda positivamente a sus perspectivas profesionales. Andalucía despide
a sus jóvenes y a sus talentos y a sus investigadores, y a todo aquel que no
quiera seguir oliendo ha podrido, en este basurero en el que estamos
convirtiendo nuestra tierra andaluza.
Más de uno seguro que en estos días pondría la bandera
de Andalucía a media asta; y muchos otros, sin despreciarla, la guardarían,
para no acordarse de la prosperidad del pasado en el que por culpa de muchos se
ha fraguado la nefasta realidad de un presente agonizante.
Por otro lado el expolio al que se quiere someter
la Mezquita de Córdoba por parte de la izquierda radical y laicista que siempre
tiene motivos para atacar a la Iglesia. Lo saben bien los que vivieron en los
años 30 del siglo pasado en donde muchas iglesias, conventos y otras
propiedades de carácter religioso fueron asediados por parte de milicianos
organizados bajo las directrices del partido comunista; y en esos asedios
murieron muchos cristianos por el solo hecho de ser cristianos. Esta memoria
histórica no la cuentan los que hoy
quieren remover su memoria histórica
y no la memoria histórica de todos los españoles.
El que esto escribe, en sus 35 años de profesor y
organizador de actividades conmemorativas del Instituto, ha celebrado todos los
años, desde que se instauró, la fiesta de la autonomía andaluza; junto con los
alumnos, también los profesores y los padres/madres, en este día vivíamos
felizmente la celebración; hoy visto el panorama de muchos de los políticos
antidemocráticos y corruptos que ocupan el poder, aunque no son todos, no
podría celebrar esta fiesta; pues celebrarla sería como sentir admiración por:
la corrupción, la mentira, la desfachatez, la insolencia y la cara dura de los
impresentables que quieren vivir -un año más- del cuento; mientras que el resto
de los ciudadanos, honestos andaluces, pasan penalidades y miserias.
Para finalizar indicar que no quiero olvidarme de que ante toda esa
debacle institucional, manejada por unos cuantos, esta esa vida realidad de Andalucía;
una Andalucía con un enclave de belleza sin igual; una Andalucía de gente
encantadora: que vive, enamora y trabaja; una Andalucía: con unas vivencias
tremendamente emotivas, con unas tradiciones de honda raigambre, con unas
devociones que inundan de felicidad el alma. Andalucía sigue siendo Andalucía:
su patrimonio, su naturaleza, su hegemonía, su historia, sus vivencias son de
una riqueza sin igual; son un patrimonio que perdurara a través del tiempo y
que ningún ser humano será capaz de destruir. A pesar de los pesares Andalucía
sigue viva: su corazón palpita, su talante enamora y sus costumbres se viven
con pasión. Andalucía es una entrañable y apasionante realidad, un encanto
indescriptible para los sentidos. Andalucía a pesar de los pesares: sigue
siendo y seguirá siendo Andalucía.
Publicada en “Cartas al Director, Tu voz en la red” Digital 25 de febrero de 2014