630 Ser Católico y de New Age.

630   Ser Católico y de New Age.

Para comenzar, mi agradecimiento al doctor Roberto Bosca, autor del libro: “New Age, la utopía religiosa de fin de siglo” por explicar, en entrevista, al periodista Claudia Peiró, el por qué esa corriente es contraria a la doctrina cristiana. Esa entrevista es la “columna” de este mi artículo.
Desde los primeros meses de su pontificado, el papa Francisco se ha referido varias veces a la New Age, “Nueva Era”, esa corriente que él llama "panteísta" y que condena explícitamente.
El Papa en una homilía en 2013 hablo del "dios cósmico" de la "moda politeísta", que llega con "la cultura light" y dijo:
·        "Ni Jesús hubiera creído en el dios New Age de hoy".
"La oración no es magia".
No es la primera vez que Francisco se refirió al tema. Es evidente además que busca retomar la iniciativa para frenar el avance de estas corrientes.
En mayo de 2013, tuvo lugar en la Casa Santa Marta, un encuentro de expertos sobre los Nuevos Movimientos Religiosos, convocado por el Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso. En el centro de las preocupaciones estuvo la New Age, entre otros.
Todo esto hace evidente la preocupación del pontífice por afirmar las verdades del Evangelio y de la doctrina católica de modo claro; y para poner límite a lo que considera más peligroso que una secta de contornos definidos.
En referencia a la infiltración de esta corriente en la propia Iglesia Católica, el Papa comentó:
·        “He sabido de una superiora que alentaba a las hermanas de su congregación a no rezar en la mañana, sino a darse un baño espiritual en el cosmos…”.
El Papa también comentó:
·        “En una librería católica yo podría señalar los libros New Age que están allí expuestos, y que algunos curas y monjas y catequistas usan encantados”.
Ciertamente en algunos casos hasta hay retiros espirituales imbuidos de esos elementos.
Hoy sucede que hay personas que van a la iglesia católica pero también participan de ritos umbanda o creen en la reencarnación.
Massimo Introvigne, un experto en estos temas, habla de una doble pertenencia: uno no tiene que dejar de ser católico para ser budista, por ejemplo.
Y le preguntan a Roberto Bosca, que es profesor de la Universidad Austral: ¿Pero la Iglesia lo permite…?
·        “No, claro que no, pero actualmente estamos viviendo una cultura que es la de la posmodernidad, y eso que hace unos años era impensable, hoy es bastante frecuente. Se da el caso de que personas que se enamoran de la doctrina budista no sienten que deban dejar de ser católicos por eso”.
La Iglesia no acepta eso, no se puede ser panteísta y católico al mismo tiempo, pero en la cultura posmoderna caben los círculos cuadrados o sea que la mentalidad actual no tiene ese principio de no contradicción, vuelve conciliable lo contradictorio.
Roberto nos dice de nuevo:
·        "No se puede definir a la New Age como una religión, sino como una corriente de espiritualidad, difusa y bastante inaprehensible porque toma elementos heterogéneos de diferentes lugares; es como una constelación, y de ahí la dificultad de identificarla".
¿Cómo se explica la expansión y persistencia de este fenómeno? Se explica por qué La New Age es una moda cultural y las modas culturales no son de una temporada para la otra como las de la ropa. Sino que pueden durar años y hasta décadas. Son procesos muy largos. Hemos visto cómo un fenómeno, que fue creciendo desde los años 60, sobre todo en círculos intelectuales y expandiéndose en los 80 en los Estados Unidos, hacia fines de los 90 ya se había difundido a toda la sociedad y lo que vemos en los últimos años es que dejó de ser un asunto de pequeños núcleos para ser ahora un patrimonio, por llamarlo de algún modo, de toda la sociedad.
Roberto Bosca, nos dice:
·        Una vez, dando una charla, cuando terminé de explicar qué era la New Age, unas chicas me dijeron: "yo soy así", "lo que usted está explicando es cómo soy yo".
Y no tenían la menor idea de lo que era la New Age.
Pero la respiraban porque es algo vaporoso, que uno no percibe pero que se respira en la cultura, porque la New Age recoge elementos de culturas ajenas a ella y los integra.
En la New Age se encuentra: “El supermercado de la fe”:
·        Espiritismo, reencarnación, astrología, eros tántrico, medicina alternativa, macrobiótica, yoga, umbanda, Tarot, budismo Zen, ovnis, karma, cábala, etc.
Su difusión es facilitada por la expansión de las redes globales, que permiten un vínculo virtual entre grupos con preocupaciones y temas comunes.
Es evidente que existe una búsqueda de respuestas a inquietudes trascendentales que, en algún momento, las iglesias tradicionales dejaron de dar.
En palabras de Roberto Bosca:
·        "Los conversos de la New Age parecen preocupados por la búsqueda de lo sagrado, una búsqueda que fue abandonada por una teología primariamente preocupada por los problemas seculares, descuidando con ello la vida litúrgica y la oración, lo que ha dado lugar a una búsqueda de esto en otras fuentes".
En cierto modo, lo que el papa Francisco dice es que las respuestas a esa búsqueda están en la doctrina católica.
Las declaraciones del músico Bono sobre su fe y su convencimiento de que la llegada de Jesús pone fin a un mundo regido por el karma están en la línea exacta de lo que el papa Francisco quiere afirmar.
El documento vaticano contra el nuevo gnosticismo, es un texto que busca alertarnos mediante una presentación profunda del mensaje cristiano.
El objetivo es destacar los puntos en los cuales esta “espiritualidad” contrasta con la fe católica:
·        “Estas corrientes surgen en un mundo en el cual muchas personas se vuelven incluso hacia instituciones alternativas, en la esperanza de que puedan satisfacer sus necesidades más profundas".
Y admite el documento:
·        “La New Age resulta atrayente sobre todo porque mucho de lo que ofrece satisface aspiraciones, frecuentemente no satisfechas por las instituciones oficiales".
Los elementos de este movimiento están perfectamente en sintonía con los modelos de consumo de sociedades en las cuales la diversión y el ocio tienen tanta importancia.
El documento considera a esta corriente más engañosa y preocupante que todas las demás sectas, porque permite a muchos creer que es posible mezclarlo con el cristianismo.
Al presentar el documento, en enero de 2003, el cardenal Paul Poupard daba un ejemplo:
·        "La fe en la resurrección de los muertos es sustituida por la "fantaciencia", con el contacto con los seres queridos desaparecidos y la existencia de una vida suspendida entre cielo y tierra".
El Vaticano subrayaba en aquel entonces la dificultad para combatir la New Age, por no ser ésta: ni una religión, ni una verdadera filosofía, sino más bien un conjunto de creencias y prácticas místico-esotéricas que se presentan como un ancla de salvación para todos los insatisfechos y desilusionados que denuncian la crisis ecológica, la crisis de la ciencia y la crisis del racionalismo deshumanizante del mundo occidental.
Y para terminar indicar que hay un documento vaticano sobre este tema:
·        “Jesucristo, portador de agua viva”.
Es una reflexión cristiana sobre la New Age, en cuya redacción participó Benedicto incluso antes de ser Papa, en 2003.

Publicado en La Nueva España. Prensa Asturiana. Digital.  
22 de diciembre de 2017