518 NUESTRAS MANOS.
Todo medio
es bueno, si uno lo busca, para hacer el bien: un mensaje en un azucarillo, un
consejo en las redes sociales, una palabra de aliento, una pequeña ayuda, una
sonrisa …
Hace unos
días, por ejemplo, encontré en el envase de un azucarillo esta frase de la
Madre Teresa de Calcuta:
·
“No tenemos en nuestras manos la solución a los
problemas del mundo, pero ante los problemas del mundo tenemos nuestras manos.”
En muchas
ocasiones nos justificamos pensando que ante el mal no podemos hacer nada, y
esto es totalmente incierto teniendo en cuenta que con pequeñas acciones se
pueden construir grandes cosas.
En muchos
casos es sólo cuestión de ingenio, de confianza, de fe, de perseverancia, de
tozudez.
Si no tenemos
fe en nuestras acciones el desaliento acabará con nuestros buenos deseos.
Necesitamos
ánimo grande, ser almas magnánimas para qué la esperanza de un mundo mejor se
haga realidad.
Si no
tenemos propósitos, si todo nos da igual, si somos unos cómodos conformistas
poco podremos construir. Seremos esclavos de nuestro aburguesamiento y de
nuestra vida anodina y rutinaria.
Nos hacen
falta deseos, o al menos deseos de tener deseos; ilusión de tener ilusiones;
ganas de tener ganas.
Y junto a
ello confianza, esperanza firme, fe inquebrantable, pasión amorosa por hacer el
bien.
Y ser
conscientes de que lo mejor: un mundo mejor, una vida más llevadera para todos,
que todos tengan lo mínimo indispensable para vivir, está a nuestro alcance.
Y para
todos estos anhelos tenemos una ayuda imprescindible: Dios.
Un Dios que
a través de su infinita misericordia nos busca siempre; y nos busca también
para que colaboremos decididamente en la búsqueda y en la consecución del bien.
Publicada en DIARIO DE ÁVILA
Digital 6 de julio de 2017
Publicada en Diario
JAÉN 8
de julio de 2017
Publicado en
Forumlibertas.com La firma 7
de julio de 2017