514. Una victoria en silla de ruedas

514.  Una victoria en silla de ruedas

De la rica multiplicidad deportiva de los eventos de estos días tenemos que resaltar este colosal titular aparecido en la prensa deportiva:
“El Copenhague celebró la Copa con su mejor aficionado”.
El Copenhague venció en la Copa Danesa al Brondby por 3-1.
En la celebración del título, la plantilla protagonizó un precioso y emotivo gesto con un aficionado.
Acababa de reafirmar su dominio en el fútbol danés al firmar otro doblete tras conquistar tanto la liga como la copa.
Fue en el partido de Copa donde se vio una imagen de esas que sirven para explicar la excelente grandeza del fútbol.
Durante la vuelta de honor del equipo, los jugadores decidieron celebrar el título con los aficionados de una manera muy especial.
Los miembros de la plantilla se acercaron a las gradas para unirse a sus seguidores, y les ofrecieron levantar la Copa que acababan de lograr.
Uno de los jugadores la recogió y la llevo más lejos, hacia la posición de un aficionado del Copenhague en silla de ruedas.
Con la ayuda de dos personas, por sus problemas de movilidad, el aficionado alzo la copa al cielo acompañado de los festivos y emocionados cánticos de todo el grupo de hinchas, así como de los propios jugadores.
El discapacitado, superado por la felicidad, lo hizo con una sonrisa de oreja a oreja, algo para lo que la diversidad funcional no es impedimento.
Esta conmovedora imagen es de las que recuerdan los verdaderos valores del fútbol y de las que le gusta ver a cualquier aficionado a este deporte y a cualquier ser humano.
Cualquier evento, cualquier deporte, cualquier espectáculo, cualquier acción llega a su culmen cuando por su buen hacer, por su finura, por sus detalles llega a tocar la fibra sensible del ser humano.
El ser humano necesita muchas cosas, pero junto a ellas es fundamental un punto: de cariño, de ternura, de delicadeza, de amor, de sensibilidad. Y con todo ello, esas cosas, que pueden ser tan diversas, alcanzan un denominador común la cercanía, la bondad, la esencia de su ser; pues en esta vida todo ha sido creado para que se oriente hacia el amor. Un amor que si es verdadero es el origen y el final de todos los acontecimientos.
En este caso ha sido la silla de ruedas, la discapacidad del aficionado, la que ha multiplicado la vibrante emotividad en ese acto de entrega del trofeo al Copenhague.
Ojalá siempre sepamos actuar de esta manera y con ello mejoremos el nivel solidario, social y fraternal de todas nuestras acciones; y nos olvidemos también simultáneamente de vandalismos, de violencias y de malas acciones que enturbian y afean cualquier evento o competición deportiva.

Publicada en DIARIO DE ÁVILA Digital   1 de junio de 2017 

Publicada en Diario JAÉN    13 de junio de 2017