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Verano diferente ‘98
Las gentes de Granada tienen la impronta
de la sublime sensatez; ¡Y ello!, Cómo fruto de la milenaria cultura que han
recibido como herencia. Ellos han bebido del caudal inagotable de su riqueza
histórica; y gracias a ello son capaces de organizar actividades que traspasan
el umbral de los tiempos y se adentran
en el eterno firmamento de lo trascendente; y eso lo hacen por el cauce
ordinario, no necesitan plagiar, ni imitar, ni copiar; porque tienen el arte,
la inventiva y la capacidad de crear: bien impresa, ¡Muy bien impresa! En el fondo de su alma.
Verano Diferente en Sierra Nevada |
Granada aúna, en tan poco espacio tantas
maravillas, que su hermosura nos deslumbra y nos abruma.
En este lugar y con estas gentes es
fácil que se pueda crear una obra genuina, con el sabor entrañable de lo
hogareño y con el dulce sabor de lo que deja poso, porque simplemente: ¡vale la
pena!
De nuevo, Sierra Nevada abrió sus
puertas, en esta ocasión en el hotel Ziryab, al proyecto ambicioso de “verano
diferente", un verano felizmente diferente
¡ello, era el fin!; un verano
feliz y en familia, en donde los niños no dejarán de ser niños y disfrutarán
del aíre puro de la Sierra, del aire puro de la convivencia y del aire
especialmente puro del ingenio. Ingenio, por medio de unos juegos hechos con
destreza, con esmero y con cariño. ¡Y todo: hasta la extenuación! Con el
sobresalto de la emoción a cada instante.
¿Y los mayores? ¡Ellos! Mientras que los
niños jugaban, podían convivir aprendiendo, y aprender conviviendo, a través
de: audiovisuales, trabajos en grupo,
coloquios, charlas, etc. y todo ello para fortalecer los vínculos de nuestras
familias. Familias que necesitan de ambiciosos proyectos, de nuevas y grandes
ilusiones, de ejemplos vivos, y de una estimulante inyección de aprecio, de
estímulo y de afecto.
¡Y todo ello! ¡Además! Para mantener
inmaculada su imagen, la imagen: del sentido auténtico de la familia. Imagen que algunos quieren
manchar, echando sobre ella el estiércol
inmundo de su propia insensatez.
Y para llevar acabo este proyecto: un ideal, una fe y un deseo.
Un ideal importante: el amor a la familia. Tan importante, que se
convierte en el motor que impulsa.
Una fe, y esta: firme e
inquebrantable, en un Dios, que diseña un universo feliz.
Y un deseo de conquistar el mundo: un deseo con
garra, impetuoso... para que a través:
de la vida, de la paz, de la concordia... y a través de los valores estables:
de la convivencia, del respeto y de la dignidad, el ser humano: "mujeres, hombres
y niños" sean felices, ¡Muy felices! ¡Dichosamente felices!
Y para ello, para que esta obra, esta actividad sea posible, ¡posible y brillante! surgen: del anonimato,
con un esfuerzo que sólo Dios ve, unas mujeres: Ángeles, Isabel, Julia,
Estrella... y en la sombra de ese brillo, eficazmente anónimo, unos hombres:
que aúnan; que impulsan; que esperan; que animan; que meten el hombro, para que
el peso sea más llevadero: Juan Antonio, José Luís, Armando...
Y detrás de todo eso: una obra
¡una Obra de Dios! Una gran obra, una obra, que por el hecho de ser,
como lo es: divina y humana, tiene, y debe brillar: ¡Pero! Y eso es importante,
muy importante, en lo escondido...
Publicado en Diario IDEAL 17 -
9- 1998