542 La democracia hueca.
La democracia
española actual, como otras muchas en el mundo entero, tiene un problema: que
no cuenta con personas demócratas. Insisto y reiteró:
·
“La democracia no tiene demócratas coherentes”.
En el Congreso
de los Diputados, en el Senado, en los Parlamentos Autonómicos, en los Ayuntamientos
y en el conjunto de lugares en los que los ciudadanos participan como clase
política, tienen a mí entender esa desgraciada característica, no hay
suficientes personas con valores democráticos, con valores para mejorar -desde
la libertad- las condiciones sociales de las gentes y de los pueblos.
Y los valores
democráticos y la convicción democrática
son absolutamente necesarios para que la misma funcione adecuadamente.
Además los
demócratas también tienen que estar preparados intelectualmente, culturalmente
y socialmente para afrontar positivamente los retos que la sociedad reclama.
No vale con
querer ser hay también que saber ser y poder ser.
Aquellas
personas que desde pequeñas no han ido recibiendo paulatinamente la formación
adecuada para la defensa de los auténticos valores en el marco de la Constitución,
y por lo tanto en el marco de la libertad, no serán después efectivas para
realizar estas misiones.
Se necesitan
demócratas comprometidos:
·
Con carisma, con liderazgo, con talla, con inteligencia política, con
coherencia, con sentido de estado, con tolerancia, con afán de ser útiles y
atender a los ciudadanos
La actualidad
de los falsos demócratas podría ser:
Los Dictadores:
·
Actualmente hay muchos que con convicciones total y absolutamente dictatoriales
ocupan cargos democráticos, y desde esa visión incompatible con la libertad
poca será su efectividad y al final su aportación será: nula, e incluso
destructora de las tesis y de la vida democrática.
Los Oportunistas:
·
Son aquellos que buscan con la política una salida
fácil para limpiar o combatir sus fracasos o su ineficacia o ambas cosas; o
para conseguir un futuro próspero sin currículum y sin actitudes. Así llegan
muchos y lógicamente así nos va. Con ellos, todo a la deriva.
Los Antisistema:
·
Este tipo de políticos, tan proliferó actualmente, es
bastante peligroso porque llegan a la vida democrática para acabar con el
sistema desde dentro o al menos para debilitarlo.
Estos políticos,
normalmente mediocres, crean en las instituciones grandes dosis de: malestar,
tensión, incertidumbre, desarraigo, pérdida de recursos, gastos inútiles y
desajustes graves e inquietantes.
Los que
gustan con usura del Poder:
·
Hay personas que buscan el poder a costa de todo, pero
sólo les motiva: la vanagloria, la soberbia, el orgullo, la personal
complacencia, el sentirse dioses disfrutando del servicio incondicional de
millones de súbditos. Nunca les motiva la ayuda a los demás ni el bienestar de
la sociedad.
Normalmente
son enfermizamente autoritarios y violentos con apetencias delirantes a la
agresividad y a las situaciones extremas de dominio e incluso de perversión.
Los Corruptos:
·
Muchos llegan a la política con afán de enriquecerse a
costa de los demás, y algunos lo consiguen dada la debilidad de las estructuras
democráticas y la dejadez de muchos que pasan de todo y lo permiten todo.
Estos
personajes corruptos son lógicamente antidemócratas y absolutamente nefastos
para los fines democráticos. Sin embargo esta lacra es difícil de erradicar
dada la amalgama de situaciones y ámbitos poco esclarecedores que existen.
Los Iluminados:
·
Estos dicen haber recibido una llamada divina para
dirigir y gobernar a su pueblo o para llevar a cabo la revolución.
Frecuentemente con su verborrea vacía y hueca enfervorizan a las masas,
normalmente formada por incultos e ignorantes: Ellos son sus seguidores.
Seguidores incondicionales e ingenuos que siguen con absoluta fidelidad a su
líder.
Los Populistas:
·
Son “hijos” espirituales de los antiguos dictadores.
Se disfrazan de ovejas pacificas para llevar a efecto sus fines revolucionarios
y radicales. Son un grave peligro por su aparente y enmascarada mansedumbre.
Y entre
otros podrían estar también:
·
Los que no aman España o la odian o se avergüenzan de
ella, los republicanos, los nacionalistas, los laicistas, los que no se
identifican con el planteamiento democrático de España, los que les gusta la
discordia y el envenenamiento social: allá donde estén, y otros.
También es
cierto que no todo es malo, ni basura.
Hay también
una “legión” de políticos que actúan con pertinaz y ejemplar corrección. Incluso
entre algunos de los grupos anteriores.
Hay muchos
políticos:
·
Leales y con irrefutable carisma; que con tesón, con
esmero e inmejorable gallardía y autenticidad desempeñan las más diversas
funciones.
Son
políticos que siempre muestran su cercanía y su deseo de estar al servicio de
los demás.
De estos
políticos ejemplares, repito, hay muchos, pero se necesitan más, para conseguir
que nuestro mundo mejore y nuestras vidas cambien hacia una prosperidad firme,
transparente, libre, auténtica, digna y eficaz
Publicado en La Nueva España. Prensa
Asturiana. Digital.
30 de noviembre de 2017
Publicada en Diario JAÉN
13 de
diciembre de 2017