536 Noviembre nos inquieta el alma.
La Iglesia
Católica, en este bello, melancólico y otoñal mes de noviembre, recomienda no
solo la visita a los cementerios, las flores y la limpieza de los santos
lugares, sino que recomienda principalmente, y muy especialmente, rezar por los
familiares y amigos difuntos, para que todos puedan pasar, si no lo han hecho ya, del purgatorio al Cielo.
El que esté destinado al infierno desgraciadamente ya no tiene solución
posible, para él, o ella,
se acabó el tiempo de merecer.
La Iglesia
llama Novísimos a todas estas cosas, al menos inquietantes, posiblemente
desconcertantes y siempre interrogativas, que sucederán al hombre y la mujer al
final de su vida.
A través de
la excelencia sublime del clamor litúrgico y eclesial, en estos días, se invita
a los cristianos a meditar sobre estas trascendentales e importantísimas realidades.
En san Mateo;
y en Surco, Forja, Amigos de Dios… escritos estos de San Josemaría he encontrado pinceladas,
claras y precisas, de este tema tan trascendente. La muerte siendo el fin, realmente es
el principio, siendo el
ocaso es a la vez el
gozo y la dicha en su plenitud más absoluta.
Aquí les dejo estos destellos de esta eterna
infinitud:
·
El
Amor de Cristo: hacia ti, hacia mí, es más fuerte que la muerte.
·
El
tiempo es nuestro tesoro:
~ Él, es el "dinero" para
comprar la eternidad.
Importante: ¿verdad?
·
El
cielo:
~ Es el fin último y la realización de
las aspiraciones más profundas del hombre.
Es el estado supremo y definitivo de dicha.
·
Piensa
qué grato es a Dios Nuestro Señor el incienso que en su honor se quema.
Piensa también en lo poco
que valen las cosas de la tierra, que apenas empiezan ya se acaban...
En cambio, un gran Amor
te espera en el Cielo:
~ Sin traiciones, sin engaños: ¡todo el
amor, toda la belleza, toda la grandeza, toda la ciencia...! Y sin empalago: te
saciará sin saciar.
·
Recordad
la sincera y famosa exclamación de San Agustín, que había experimentado tantas
amarguras mientras desconocía a Dios, y buscaba fuera de Él la felicidad:
~ ¡Nos creaste, Señor, para ser tuyos,
y nuestro corazón está inquieto, hasta que descanse en Ti!
·
El
purgatorio es el lugar de la gran misericordia:
~ Allí, amorosamente se limpian los
defectos de los que desean identificarse con Él.
·
Empéñate
siempre, en hacerlo todo, hasta lo más pequeño, por dar gusto a Jesús.
·
Entrad
por la puerta estrecha:
~ Porque ancha es la puerta y espacioso
el camino que lleva a la perdición, y son muchos los que entran por ella.
Mas, ¡qué estrecha la puerta y qué
angosto el camino que lleva a la Vida!; y pocos son los que la encuentran.
Publicada
en DIARIO DE ÁVILA Digital 3 de
noviembre de 2017
Publicada en
Diario JAÉN 5 de noviembre de 2017
Publicado en Diario de León. Digital 12 de noviembre de 2017