611 El Papa
a las familias.
Con motivo del Sínodo de la familia se conocieron muchos consejos del Papa Francisco sobre esta
importante realidad.
Yo he querido extraer algunos de ellos que pueden ser de utilidad para que,
en estos tiempos difíciles y muchas veces contradictorios para las familias, el
hogar siga siendo un fecundo manantial.
Un manantial fertilizador:
·
Que de vida y felicidad.
Que de comprensión y cariño.
Que de crecimiento. ¡Y nos de virtudes!
Que de estabilidad: humana, cultural y espiritual
El Papa con su fecunda experiencia de Pastor comienza dejándonos tres
pinceladas: “Permiso”, “gracias”,
“perdón”.
Y nos dice que estas palabras nos abren camino
para vivir en paz en la familia.
Nos reitera que además estos tres comportamientos
encierran una gran fuerza: la fuerza de custodiar la casa, incluso a través de miles
de dificultades y pruebas.
A su vez nos recomienda que antes de hacer algo en familia, digamos:
·
“Permiso, ¿puedo hacerlo? ¿Te gusta que lo haga así?”.
Nos dice que esto corresponde a un lenguaje educado, lleno de amor. Y que esto, este lenguaje:
cordial, delicado y prudente hace mucho bien a las familias.
Ciertamente que esta delicadeza en el trato es muy necesaria en estos
tiempos actuales en los que con facilidad se pierde el respeto, la amabilidad y
la cordialidad.
En otro momento el Papa nos dice:
·
“Un cristiano que no sabe dar
gracias es alguien que ha olvidado el lenguaje de Dios”.
Y a continuación nos relata que una vez escucho decir a una persona
anciana, muy buena, muy sencilla, pero con la sabiduría de la piedad, de la
vida, que: “La gratitud es una planta que crece sólo en la tierra de almas
nobles”.
Y reitera que esa nobleza del alma, esa gracia de Dios en el alma nos
impulsa a decir gracias;
nos impulsa a la gratitud.
La gratitud es, dicho de forma poética, la bella flor de una noble y bella alma.
Esto es algo hermoso.
La tercera palabra de nuestro familiar
vocabulario de hoy, un vocabulario que implica cercanía, cariño y aprecio por
lo demás es: “perdón”.
Palabra de vivencia difícil. Ciertamente es una palabra ardua, complicada
de utilizar; sin embargo es tan necesaria.
Nos dice Francisco:
·
“Cuando falta el perdón se abren pequeñas grietas, hasta convertirse en
fosas profundas”.
Reconocer el hecho de haber faltado, y mostrar el deseo de restituir lo que
se ha quitado nos hace dignos del perdón. Y así se detiene la infección.
Si no somos capaces de disculparnos, quiere decir que tampoco somos capaces
de perdonar.
·
“En la casa donde no se pide perdón comienza a
faltar el aire, las aguas comienzan a verse estancadas”.
Bellas palabras, para este breve mensaje, de un Papa que inunda el mundo
con el inestimable aliento de su sabia y colosal doctrina. Es la autenticidad
plena de la doctrina, del mensaje y de la profunda vivencia que vino a
enseñarnos nuestro Maestro y Señor Jesucristo.
Publicado en Forumlibertas.com La Firma
11 de julio de 2017