51 El grave problema de España

51   El grave problema de España

Toda esta aborigen de una España precipitándose en increíbles abismos, se podría intentar resolver  manifestándose, fuera de los entornos políticos, en las calles, pero: sin violencia, sin banderas partidistas; sólo por el bien de los españoles y de España. Por una España democrática pero libre de la lacra corrupta actual.
Las manifestaciones han de estar:
Lejos de los políticos
Lejos de los sindicalistas
Lejos de los partidos nacionalistas
Sabiendo que la monarquía tampoco ofrece estabilidad,  ni arriesga nada.
Por lo tanto no  aceptando de ningún modo manifestaciones encabezadas por políticos y sindicalista.
Sabiendo  también que los partidos minoritarios van al sol que más calienta, puesto que saben que nunca van a tener responsabilidad  política;  pero ellos quieren seguir en la poltrona ocupando cómodos  puestos sin tener que arriesgar nada.
Nada de banderas ni de pancartas preconcebidas
Manifestando siempre la repugnancia hacia lo corrupto.
Manifestando siempre nuestra disconformidad con el despilfarro político y sindical.
Manifestando siempre nuestra disconformidad con las dietas y alta disponibilidad de medios de la clase política y sindical que no va en consonancia con la vida española.
Dar a conocer el elevado número de políticos que en España sobran; y sobran además: un alto número de funcionarios elegidos a dedo por ellos mismos; y sobran además los enchufados: familiares o no, de esos políticos; y ¡cómo no! sobran los corruptos; corruptos que estos políticos, que reiterándome vuelvo a decir: sobran, han encubierto y protegido para el bien de ambos y durante muchos años.
Manifestando siempre el deseo de paz y concordia de estas manifestaciones silenciosas. 
La paz es la bandera de los que defienden: la verdad, la coherencia y la autenticidad.
Siempre respeto y tolerancia, ¡esto por encima de todo!
Educadamente, respetuosamente, silenciosamente; huyendo siempre: de los extremismos, de los vandalismos; y: de los oportunistas, de los gamberros y sinvergüenzas, y por supuesto de los ultras de derechas o de izquierdas da igual.
Ante la duda, si nos increpan, mejor callar y seguir: no desafiar.
Ante los insultos: respeto, tolerancia e indiferencia.
Ante las voces: calma, disciplina y orden.
El silencio, la constancia, la presencia física y la austeridad del cartel que anuncia la actividad es la mejor arma.
Tenemos que ser conscientes de que para derribar: esta democracia tristemente dictatorial; esta democracia deplorable que vivimos; esta democracia en donde abundan los: enchufados, partidistas, bribones, caraduras, corruptos, mentirosos; para derribar estos muros de falsedades y engaños se necesitan personas que vivan los valores de: la verdad, la autenticidad, la sensatez, la lealtad a unos principios, la honestidad y la sensibilidad ante  los problemas.
 Estas IV pinceladas, que describo a continuación, son un ejemplo de lo que se debe y de lo que no se debe hacer y también de lo que en mi opinión ya se hizo mal desde los comienzos:
Nelson Mandela estuvo 27 años en la cárcel y desde ella conquistó la paz y la armonía en su país: sin violencia y sólo con el arma que al final vence: la coherencia y la honestidad.
Felipe González llegó al poder manifestándose multitudinariamente y en muchas ocasiones por el derecho de Andalucía a la autonomía, lo que  posteriormente fue el origen de las XVII comunidades autónomas; no puso  el mayor reparó a la multiplicidad de autonomías, pero él por este camino llegó al poder.
La Constitución fue aprobada después de que, puesto que no había consenso, se juntaran los más importantes dirigentes de los partidos que no aceptaban la Constitución en un restaurante y allí, no sabemos con qué y por qué, en los llamados pactos del mantel, se pusieron de acuerdo para aprobar 25 artículos de la Constitución Española.
Los llamados: “pactos del mantel”  están detallados en los relatos históricos de la periodista gratamente reconocida en los ambientes políticos y sociales de aquella época: Victoria Prego.
En una entrevista reciente Felipe González manifestó que una vez que se aprobaron las autonomías ya no tenían sentido las diputaciones provinciales, sólo se dejaron provisionalmente hasta que se constituyeran las autonomías y no quedará un vacío legal; y yo digo cómo es posible que durante tantos años sigan aun existiendo ¿por qué no se han eliminado ya? ¿Se puede justificar esto de alguna manera?
Triste relato de unas historias en las que parece que cada uno fue a lo suyo.
Por lo tanto son necesarias las pequeñas y grandes manifestaciones, unas y otras constantes y siempre pacíficas: sin violencia, día a día, sin perder el ánimo, apoyados en una firmeza imprescindible; de esta manera se irá minando la clase política que se verá desbordada y preocupada y entonces quizás descubra que es necesario actuar para resolver el grave problema.
Hay 5 personajes históricos que han luchado: por la justicia y por la paz y por la concordia entre los pueblos de una manera magistral, son: Juan Pablo II, Gandhi, Martin luther King, Nelson Mandela y Teresa de Calcuta.
Todos ellos son una muestra de la victoria sobre la intransigencia y sobre la insolidaridad a través de la mejor de las armas: “La paz”.
La paz y la constancia en el empeño: un día y otro día, sin decaimientos y a través de la persuasión por medio de la palabra y del ejemplo.
Con la bandera de la paz conquistaremos el mundo y construiremos una civilización en donde prevalezca: la justicia, la concordia, la libertad y la paz.


Publicada en “Cartas al Director, Tu voz en la red” Digital  22 de febrero de 2014