143 La
maldad y el acostumbramiento social
El otro día comentando: “la existencia de ingente
cantidad de dinero, de determinados personajes, en paraísos fiscales; y los
fraudes y la corrupción en las altas esferas políticas, sociales y económicas”;
una persona ilustrada me decía: “Pero bueno eso siempre ha pasado, eso no es
nuevo ¿Por qué te escandalizas?” Me pareció entender por aquella respuesta que
a todo esto había que acostumbrarse. Y ante esa respuesta creció en mí la
indignación y descubrí que: ante lo que sucede, ante la corrupción que hay,
ante la maldad generalizada es difícil luchar; por qué en cierta manera, todo o
casi todo, se da por hecho y no hay que darle mayor importancia. Hay que
sobrevivir con el mal, nos guste o no. Y, ante ello, me entristecí; porqué todo
el caos de penuria que existe actualmente en España, en muchos sectores, se da
por hecho.
¡Porque! La falta de valores, en ese caso, se da
también por hecho.
¡Porque! siguiendo por ese camino y según se ve:
la corrupción de la carne en temas de sexo se da por hecha; el aborto se da por
hecho.
¿Y las guerras? ¡Qué decir de las guerras! ¿Se dan
también por hechas? Pues sí, es posible que siguiendo una secuencia histórica
se den también por hechas.
¿Y las atrocidades de cada día? Pues esas
atrocidades, al parecer -en esa dinámica acomodada de este mundo nuestro- son
el resultado de un movimiento pendular que se repite y que nadie puede parar.
¿Y el hambre en el mundo? Pues en este ambiente
hedonista y repleto de egoísmos en el que vivimos todos, el hambre será, según
esta versión, otro desajuste inevitable. Los que podemos, cada uno desde su
situación, hacemos poco o nada, y a veces incluso estorbamos la labor de otros,
o desanimamos a los demás, o ponemos impedimentos, o entorpecemos con nuestra
dejadez anodina.
¿Y el “uso” de niños inocentes? para el sexo, para
la esclavitud, para trabajos forzados; pues todo eso, según lo visto, es o
puede ser consecuencia lógica de una historia que funciona siguiendo un ritmo
cíclico adecuado.
¿Y cuál es ese ritmo de este mundo nuestro? El
ritmo de su propia aniquilación.
Es tremendo pensar que la lógica del mundo es
ésta: corrupción, destrucción, abusos, deshonestidades, crueldades … Y así hay
que aceptarlo para no caer en el desánimo, ni en una lucha inútil.
Yo, ante esta realidad, caí desplomado, un vértigo
aterrador recorrió mi cuerpo, caí por el desgarro que produjo en mí el
desconsuelo de todos estos pensamientos abrumadores. Mi mente quedó aplastada
por el desencanto de la desazón y de la tristeza. ¡No entendía como todo ese
mundo anárquicamente aterrador no se pudiera evitar!
Vi tan negro el horizonte que quise llorar. Fui
deambulando sin saber, recorrí una larga distancia, buscando consuelo y
encontré una Iglesia. Me arrodillé ante el crucifijo que presidía esa bella Iglesia,
y ante Él intentaba entender; allí vi a una multitud inmensa de gente, que
miraban con cariño a aquel crucificado clavado a la cruz con crueldad. Yo rece
intensamente a aquél Cristo, diciéndole: que no entendía, que no entendía este
mundo que habitaba con: tanto dolor, tanta crueldad, tanta maldad, tanta
desdicha de inocentes. Y el Cristo, quise oír que me decía en el fondo de mi
alma: “es difícil entender, pero yo Jesús: presido vuestras vidas, anido en vuestros
corazones, doy paz a vuestras almas y os daré en el momento oportuno la luz, el
sosiego y la esperanza” y seguidamente: “Y ahora lo vuestro es continuar dando
luz a este mundo oscuro, dando esperanza a los desfavorecidos y paz, mucha paz.
Al final el Bien y la Verdad conquistaran el mundo”.
Y al terminar: me pareció ver el resplandor de un
nuevo cielo; me pareció ver un cosmos con mucha energía positiva y que la
oscuridad de la derrota había desaparecido. Y desde aquel momento empezó para
mí una nueva lucha; una lucha trepidante y eficaz que con el tiempo me trajo el
alivio incesante de muchas, muchas victorias.
Publicada en “Cartas al Director,
Tu voz en la red” Digital 26 de septiembre de
2014
Publicada
en DIARIO DE AVILA Digital 28 de septiembre de
2014
Publicado en Forumlibertas.com 29 de septiembre de 2014