292 El Papa del Amor.

292  El Papa del Amor.
                       
Cuando se ama de verdad: no hay techo para ese amor, no hay medida, no hay límite. “El amor todo lo puede” y nos lo demuestra de forma evidente el papa Francisco, un líder indiscutible en el hábitat del amor. Nos lo demuestra cada día y en cada instante, él es un cristiano convencido de que ante todo y sobre todo: “Dios es amor”. Yo tampoco entiendo ya el mundo sin Dios, aunque muchos se empeñan en entenderlo así; pero menos entiendo a un Dios que no sea Amor. Un Dios sin el Amor en grado absoluto  no lo entiendo. Por lo tanto no me da miedo  casi nada cara a la eternidad; respeto si, miedo no. Estoy convencido de que Dios está en cada uno de los acontecimientos y estará con los brazos abiertos para enseñarnos nuestra definitiva morada cuando llegue el momento adecuado; allí donde el dolor quedará definitivamente erradicado. El papa Francisco no sabe de: “Capillas Sixtinas”, ni de “Palacios Episcopales”, ni de paraísos terrenales; él sabe: de “mendigos” que necesitan que Dios se haga presente en sus vidas, de “harapientos”, de “gente abatida”, de “pelambreras” sin futuro; él sabe de ricos que buscan la “verdadera riqueza” para abandonar definitivamente la triste inmundicia de una riqueza que les esclaviza; él    sabe de “pobres espirituales” que tienen el alma corrompida por el egoísmo o por la soberbia o por el pecado o por el placer. Al papa Francisco no le interesa “El Templo de Jerusalén” sino las piedras vivas; le interesa tu corazón, quizá roído por la codicia; y le interesa el mío, quizás roído también por el desamor o por el desaliento o por el egoísmo. Esos son las preocupaciones de Francisco. Su preocupación es el mundo con sus maldades y con sus bondades; su preocupación es que los hambrientos de pan alcancen el cielo, pero primero que se les alimente; sin el pan corporal no se le puede hablar de un mundo nuevo y de una tierra nueva. Los bienes de la tierra son necesarios para llegar al cielo…. Y podríamos seguir, pero mejor haz el favor de poner tú lo que falta; y lo que falta fundamentalmente es que comencemos a descubrir el amor en el panorama de nuestras vidas, pero un amor: verdadero, comprometido, exigente; no un amor acomodado, apático, frío. El amor ha de vivificar toda nuestra existencia. El amor y la felicidad al final son el culmen de nuestras vidas. Nuestras vidas sin amor están vacías y estériles.

Publicada en “Cartas al Director, Tu voz en la red” Digital 4 de diciembre de 2013

Publicada en LA TRIBUNA DE ALBACETE  Digital 4 de diciembre de 2013

Publicada en LA TRIBUNA DE TOLEDO  Digital 4 de diciembre de 2013

Publicada en DIARIO DE AVILA Digital 4 de diciembre de 2013

Publicado en Forumlibertas.com   9 de diciembre de 2013

Publicada en Diario JAÉN  10 diciembre de 2013

Publicada en Diario LA REGIÓN de Ourense Digital 14 de diciembre de 2013

Publicado en La Tribuna de Talavera. 10 de diciembre de 2013