89 Doctrina de fuego y luz.
La luz, el
fuego, el agua, el pan … Son medios que utiliza Jesús para enseñarnos los
detalles o las grandezas o las realidades de su doctrina vivificadora.
La belleza
con la que Jesús nos describe su Reino es impresionante. Las Parábolas son
cause certero y claro: para enseñarnos el “Camino”, para darnos a conocer la
“Verdad” y para hacernos un diseño bien definido de lo que ha de ser nuestra
“Vida”.
Todos
conocemos: el bello relato del: “Hijo Prodigo”, la solidaridad y el amor en:
“El relato del Buen Samaritano”, el ejemplo vivificador de la parábola de: “La
levadura que fermenta la masa”, la trascendente parábola: “Del rico Epulón y
del pobre Lázaro”, la parábola de: “La Oveja perdida”, el proyecto lleno de
vida que nos va a describir Jesús a través de la parábola de: “La Samaritana en
el pozo de Sicar” y no puedo dejar de mencionar la parábola del: “Joven Rico” y
la falta de generosidad y la tristeza posterior de este joven, que pudo
alcanzar las altas cimas de la felicidad ¡Pero, se quedó “pegado” a sus riquezas!
Hay muchos
más ejemplos que utiliza Jesús en el evangelio para darnos a conocer, paso a
paso, el camino de nuestra salvación humana y eterna; y sin embargo, aún con
este caudal inmenso de riqueza doctrinal, hoy el mundo no entiende, ni quiere
entender lo que es el pecado y lo que es la Gracia Divina. Tampoco entiende el
sentido de la penitencia, ni la importancia de los sacramentos, ni el sentido
de las ceremonias eclesiales, ni el porqué de la liturgia; y lo que es peor, no
entiende: ni de amor, ni de servicio, ni de vida interior, ni de virtudes, ni
de generosidad, ni de los valores por los que vale la pena vivir.
La Iglesia
católica, para muchos por desconocimiento, ya empieza a ser un lugar oscuro del
que quieren huir, porque consideran que su doctrina es una doctrina extraña o
al menos chocante y poco atractiva para el mundo de hoy. Para muchos lo que
dice la “Iglesia” y lo que dice: “La vida y el mundo” son cosas bien distintas
y a veces contrapuestas.
A Dios no se
le conoce, y en muchos aspectos tampoco a Jesucristo; se tienen ideas dispersas
pero no aunadas: en una realidad compacta, en una doctrina de Vida y para la
Vida, en una doctrina <<firme, estable y sólida>>
A algunos
hoy les llama más la atención algunas de las creencias orientales en las que a
mi entender hay más fantasía que realidad, lo que sí es cierto es que en ellas –en estas creencias- las exigencias son
menores y ello ayuda notablemente a su seguimiento; no hay compromiso, no hay
apenas exigencias, no hay un concepto claro de pecado; todo es belleza y
aparente bondad y eso lógicamente en un ambiente de paraíso terreno,
momentáneamente, nos sobrecoge y nos emotiva, llega a encandilarnos y descubrimos
en ello una salida para nuestro vacío interior; pero en muchos casos esa
realidad que no tiene consistencia acaba diluyéndose y en breve se queda en
nada, pues nuestra alma tiene necesidad de trascendencia y de seguridad y de esas
realidades firmes y compactas que han existido, existen y existirán.
Pido a Dios
que nos libre de doctrinas fugaces y que nos ayude a conocer la verdadera
doctrina del Sr. Jesús, la doctrina católica que tiene en su Papa Francisco y
en su Iglesia, infinitos motivos: de fe, de credibilidad y de esperanza, en un
mundo como el nuestro que se abate continuamente entre: el desaliento, el
desánimo, la incredulidad y la tristeza.
Publicada
en “Cartas al Director, Tu voz en la red” Digital 8 de mayo de 2014
Publicada en DIARIO DE AVILA Digital 9 de mayo de 2014
Publicada en Diario Atlántico. Vigo. Digital 8 de
mayo de 2014