300 San Josemaría,
Doctor de la Iglesia
San Josemaría Escrivá de Balaguer es uno de los personajes más
excepcionales del siglo XX. Nació en España. Aragón. El 2 de enero de 1902.
Desde joven entendió que Jesucristo era el faro más luminoso de su vida y se dedicó:
a conocerlo a Él, a conocer su doctrina y a seguir el mandato de su Iglesia.
Después se fue dando cuenta, a través de Jesús, de que en ese entramado de
doctrina y vida que eran sus creencias, Dios le pedía algo, algo muy importante,
y en ese: pensar, reflexionar, amar, luchar y sufrir: Dios le hizo ver el Opus
Dei. Un camino de santidad, el gran camino para muchos, un camino que es
grandioso en la medida que ha roto los moldes de la valiosa religiosidad de
antaño para abrirse a una religiosidad que lleva el sello de algo innovador, de
algo peculiar, extraordinariamente peculiar. Un camino de santidad en las
encrucijadas del cada día, en las encrucijadas de cada ocupación y dé cada
ambiente social, por diverso que sea. Por lo tanto considero, sin lugar a duda,
que: su doctrina, su obra, su ejemplo, sus escritos, su santidad, su perfecta
concreción de la institución creada, su capacidad de empatía, su grandiosidad
en el panorama del amor, su heroicidad, su estabilidad emocional y sincera basada
en el auténtico amor a Jesucristo, su don de gentes, su entendimiento profundo
del ser humano, su original descubrimiento para conquistar el mundo, hacen de
él un Doctor de la Iglesia. El Doctor de la Iglesia del siglo XX. Sus escritos
llenos de vibración espiritual son de
una inconmensurable y valiosísima
riqueza, ya que todo aquel que los lee queda “tocado” por el efecto de la Gracia; miles de
personas, a través de sus escritos, han encontrado su camino vocacional, su
camino para descubrir las maravillas de nuestro Padre Dios. La vibrante
capacidad de transmitir, cuando estabas ante él, es una muestra de la
profundidad de su amor a Jesucristo; San Josemaría desbordaba: cariño, amistad,
fe, esperanza… Su Obra humanamente es
una muestra del talento de este hombre singular; también es cierto que ese
talento le venía a través de la unión con el Ser Supremo a quien tanto amaba y
le venía también de ese sacrificio escondido y constante, ese sacrificio con el
que sintonizaba con el Autor de la Vida. Lo más importante de su mensaje es su
aportación a la vocación de los laicos en medio del mundo y en ese sentido
participó en el concilio Vaticano II. Importantes fueron también en este
sentido las aportaciones al concilio de Monseñor Álvaro del Portillo primer
sucesor de San Josemaría en la prelatura del Opus Dei. Don Álvaro destacó por
su humildad y por su conexión y adhesión a San Josemaría al que todos en el
Opus Dei desde siempre hemos llamado Padre. Don Álvaro en Madrid el 27 de
septiembre de 2014 será proclamado Beato. Su afable sencillez, su amable figura:
cercana y llena de paz han cautivado al mundo. Podríamos seguir hablando de
infinidad de cuestiones que respaldarían el que San Josemaría pudiera ser
considerado Doctor de la Iglesia, pero son suficientes estas pinceladas para abrir esta puerta, y una vez más dar a
conocer este testimonio ejemplar de: un
Santo de nuestra tierra española, un Santo de nuestra época y un Santo con un
gran carisma de fundador.
Publicada
en “Cartas al Director, Tu voz en la red” Digital 27 de enero de 2014
Publicado
en Forumlibertas.com 27 de enero de
2014
Publicada
en Diario JAÉN 28 enero de 2014
Publicada en Diario Atlántico.
Vigo. Digital 7 de febrero de 2014
Publicada en Diario Hispanidad.
Digital 27 de enero de 2014