Artículo
68
PASIÓN POR LA VIDA
Luci: El esplendor de una luz
Con
emoción, con la certeza de asistir a un acontecimiento, con el convencimiento
de que aquello era realmente novedoso asistí a la inauguración de un monumento.
No era un monumento cualquiera, era un
monumento excepcionalmente importante, porque era un monumento a la vida. Era
un monumento a Luci, una comadrona que apasionada de la vida, amante
incondicional de la luz esplendida de ese sagrado don, dedicó su vida a que
40.000 niños pudieran --a través de sus manos-- llegar a nacer. Y
eso que ya es mucho, lo es más en este caso, en el que esta mujer volcaba todos
sus dones para que esas vidas recibieran: el cariño, el calor, la ternura y el
amor.
Luci había recibido de Dios el carisma para propiciar la maravilla de
la vida y para que el efluvio delicado y tierno de cada nacimiento fuera en sus
manos una dicha aún más especial.
Es por ello por lo que no podía aceptar el
aborto, que --para Ella-- era un crimen, por destruir la fecunda semilla
de un nuevo ser.
Linares entre sus monumentos emblemáticos a
Manolete, a Andrés Segovia, al minero, al tranvía ..... ha colocado
este : a la mujer, a la madre , a la trabajadora .... y lo ha colocado en
un bello jardín. Un jardín, que muy bien --desde ahora-- podría ser el
maravilloso y esplendido jardín de la vida: de la vida que tan generosamente
Luci, la comadrona de Linares, ha entregado al mundo
Publicado en LINARES. IGLESIA el
15 - 5 - 1998
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